Hay una acepción no aceptada por la RAE, al menos que yo sepa, que es «Montarse un Chiringuito»: El significado suele ser peyorativo y estar asociado a corrupción, o a como ganar dinero con muy poco esfuerzo, generalmente amoral.
Hace un tiempo leí una noticia donde los hosteleros del sector de los chiringuitos de playa se quejaban a la RAE, y le hacían una propuesta para modificar el significado de la palabra en el diccionario y definirla como:
«Un establecimiento que se ubica en la playa o al aire libre para proporcionar servicios profesionales de gastronomía, bebidas y ocio a los visitantes, desde la más escrupulosa legalidad».
La verdad es que entiendo su queja y más en estos momentos tan difíciles también para ellos.
Para mí, el concepto de chiringuito es totalmente positivo. He comido grandes paellas en ellos, he pasado veladas hasta la madrugada, he estado con mis amigos charlando de lo humano y lo divino, o sencillamente he estado horas pensando con una cerveza en la mano.
Este concepto me parece muy apropiado al trabajo y al esfuerzo hecho en los dos últimos años en levantar una pequeña empresa, y hacerla lo más rentable posible, a base de trabajo y de aplicarle el máximo de nuestro cariño y responsabilidad. En ese tiempo, siempre he tenido esa sensación de que, a pesar del esfuerzo, a pocos metros de mí, tenía una playa para meter los pies un rato, o sencillamente un colega con el que hacer una cerveza (Sergi socio, ese eres tú). Gracias a todos los compañeros de este camino, a nuestros clientes presentes y por conocer. Y sobretodo, a los que ahora lo están pasando mal (amigo, tú sabes que tienes prestada toda nuestra fuerza, quedaremos para que nos la devuelvas).
Sí, yo ayudé a montar un chiringuito …
PS: Para los que no los conozcáis el señor de la foto es el cantante Georgie Dann. El máximo exponente de la música de chiringuito.